El gran pueblo navideño vuelve durante más de un mes al puerto de Mónaco.

Todos esperamos que no haga tanto frío. Pero contamos con estar fuera de este mundo. ¡E incluso aceptamos conocer a algunos osos! Pero sólo si son agradables.

Este año, el Ayuntamiento de Mónaco, que organiza cada año el pueblo de Navidad, ha decidido llevarnos de viaje a Canadá.

800 abetos naturales adornan la villa navideña. A principios de enero, se transformarán en compost. 

Las diferentes regiones de este país están representadas por una escenografía excepcional y hábilmente orquestada. Se han creado diferentes áreas para ofrecer un auténtico viaje nórdico.